jueves, 15 de noviembre de 2007

El Tanquetazo.


Orígenes.

A principios de junio de 1973, una parte importante del alto mando de las Fuerzas Armadas chilenas había perdido todo el respeto por el gobierno de la Unidad Popular del Presidente Salvador Allende. Estos oficiales habían descubierto ya, durante el Tacnazo en 1969, que ejerciendo presión como grupo, podrían alcanzar vastos cambios dentro del Ejército, tales como cambios de mando y un aumento en el presupuesto de las fuerzas armadas. Consecuentemente, comenzaron a planificar un golpe de estado contra el gobierno.

Una semana antes de que la tentativa, la conspiración fuera descubierta por la Guarnición de Ejército de Santiago. El comandante de la guarnición, General Mario Sepúlveda Squella, informó a sus superiores inmediatos en el ejército, y también informó a José Tohá, Ministro de Defensa. Se arrestaron a nueve personas implicadas en la conspiración inmediatamente, y el ministro Tohá decidido hacer pública esta información en la tarde del 28 de junio.
El "Tanquetazo".

La mañana del 29 de junio de 1973, el Teniente Coronel Roberto Souper, que acababa de saber que lo relevarían de su mando por ser parte en la conspiración, sale del "Regimiento Blindado Nº2" en una columna de dieciséis vehículos armados, incluyendo tanques, y más de ochenta soldados. La columna avanzo rápidamente por la avenida Santa Rosa, con dirección a Santiago centro y cercó el Palacio presidencial de La Moneda, y el edificio del Ministerio de Defensa, apenas separados por la Plaza Bulnes. A las 8:58, los tanques abrieron fuego contra estos edificios.

En el ministerio, un tanque ingresó a la entrada principal y con sus armas comenzó un ataque intenso contra las oficinas. El Sargento Rafael Veillena, de la segunda división de ejército, fue asesinado cuando miraba hacia afuera en su ventana del noveno piso. La ráfaga de las ametralladoras y de los tanques aterró los trabajadores y los empleados en el área, que a esa hora hacían sus trabajos. Una de estas balas mató a una mujer que trabajaba en el Banco del Estado de Chile cerca del ministerio. En la calle Agustinas, el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen filmó su propia muerte, a manos de un grupo de soldados golpistas.

Las tropas leales.

Inmediatamente al conocer la noticia, el general Sepúlveda Squella llamó a Guillermo Pickering, comandante de los institutos militares, solicitando a tropas leales sofocar la rebelión. Después de asegurar a estas tropas, llamó al Comandante en Jefe del Ejército de Chile General Carlos Prats ya con un plan listo para neutralizar las fuerzas de Souper. El General Prats lo aprobó inmediatamente y pocos minutos más tarde, el general Sepúlveda Squella comenzó a colocar sus propias tropas.

Durante la mañana, Salvador Allende habló por radio al pueblo de Chile desde su residencia presidencial en la calle Tomas Moro de Santiago. A las 9:30, el presidente anunció su decisión inequívoca para defender el gobierno constitucional contra un golpe de estado. Allende habla por cadena radial:

Un sector sedicioso se ha levantado. Es un pequeño grupo de militares facciosos que rompen con la tradición de lealtad. El Blindado Nº 2 dispara contra La Moneda. La guardia de palacio hace frente. Prats tomó las disposiciones necesarias. Llamo al Pueblo para que tome las industrias, pero no para ser victimados. Que el Pueblo salga a la calle, pero no para ser ametrallado. Que lo hagan con prudencia con cuanto elemento tengan en sus manos. Si llega la hora, armas tendrá el pueblo. Pero yo confío en las Fuerzas Armadas leales al gobierno.


Salvador Allende


Mientras tanto, el general Prats fue a visitar todos los regimientos militares próximos alrededor de Santiago para asegurar su ayuda contra el motín. El general encontró una cierta resistencia en la Escuela de Suboficiales, pues algunos de ellos no deseaban disparar contra compañeros de armas. Prats les expresó que era “una orden”, pues como Comandante en Jefe del Ejército tiene el deber de reprimir el movimiento sedicioso contra el gobierno, y que los oficiales deben obedecerle. Después de un breve momento de indecisión, deciden apoyarlo, y a las 10:30, las unidades salen del cuartel.

El General Prats condujo su automóvil hacia La Moneda, pensando que no era lógico que el Batallón Blindado Nº2 estuviera sólo en su aventura; por lo menos parte de otras unidades estaban comprometidas o a la expectativa del resultado inicial. Esto provocaría, si no lograba solucionar la situación, en que otras unidades se plegaran y la confusión provocará reacciones en provincia. Además de enfrentamientos entre las manifestaciones populares y acciones de elementos de izquierda y derecha. Prats, se propone sofocar el motín antes de mediodía.

El General Prats salió de su coche cerca del palacio presidencial llevando una subametralladora Thompson. Una gran cantidad curiosos se había juntado cerca de La Moneda, mirando nerviosos el movimiento de tropas. El Coronel Julio Canessa llegó con las fuerzas de la Escuela de Suboficiales, y Prats pidió que se desplegaran sus hombres y emplace artillería pesada por la Alameda. Prats realiza “un riesgo calculado”, decidiendo hablar directamente con los soldados amotinados en un esfuerzo de evitar un enfrentamiento. Tomando esta línea de conducta, Prats intentó prevenir una confrontación larga con víctimas militares y civiles innecesarias. Según sus Memorias, Prats narra: “Decido avanzar, entonces, acompañado solo por el Subdirector de la Escuela, Teniente Coronel Osvaldo Hernández, por el Capitán Coger Vergara y el sargento Primero Omar Vergara. El Capellán Villaroel, muy conmovido, nos da la absolución”

Los generales Pinochet y Prats detienen el golpe.

A las 11:10, Prats y sus hombres se encaminan resueltamente hacia el tanque más próximo a ellos. El comandante del tanque apunta con su ametralladora, pero no dispara. Prats le ordena bajar del tanque e identificarse, indicando que cumpla sus órdenes y se rinda a los efectivos de la Escuela de Suboficiales. Sucesivamente se repite esta acción con otros tanques y carros de combate, hasta que en el tanque del Teniente Garay, este se resiste a cumplir las órdenes de Prats, retrocediendo y apuntando al General. En ese momento el Mayor Osvaldo Zavala, salta por detrás de Garay apuntándolo en la sien y lo desarma.

Algunos de los tanques huyeron, pero Souper con un grupo de tanques y carros se encontraba al sur de la Moneda. Sin embargo, después la llegada de refuerzos del regimiento de infantería “Buin” conducida por el general Augusto Pinochet, Souper huye en su tanque hacia el sur de Santiago, seguido por sus hombres. Prats ingresa a la Moneda y cruza hacia la puerta principal del lado norte, al ver a Prats, Pinochet lo abraza. El General Pickering había despejado a rebeldes del sector occidental del palacio presidencial. Salvador Allende llega a La Moneda cerca del mediodía, siendo recibido por el General Prats; el "tanquetazo" había terminado

Las consecuencias.

Souper se entregó en la tarde de ese día, después que unidades del regimiento “Tacna” habían cercado y el batallón en donde se refugió. Otros oficiales militares implicados eran René López, Edwin Ditmer, Antonio Bustamante, Mario Garay, Carlos Martínez, Raúl Jofre, y José Gasset. Pronto fue descubierto que los instigadores principales del golpe era el grupo de extrema derecha Patria y Libertad. Pablo Rodríguez Grez, Juan Schaeffer, Benjamín Matte, Manuel Fuentes, y Juan Hurtado buscaron el asilo en la embajada de Ecuador. Desde allí ellos emitieron un comunicado en donde reconocían que habían promovido el golpe.

Durante la tarde del día 29, el Presidente Allende convocó a una manifestación frente al Palacio de La Moneda:

Rindo homenaje a la fuerzas leales del Ejército de Chile, de la Armada Nacional y de la Aviación. Rindo homenaje a cinco civiles que perdieron su vida, como consecuencia de la actitud artera, antipatriota, contraria a la doctrina de las Fuerzas Armadas, del grupo insurgente.


Salvador Allende

domingo, 11 de noviembre de 2007

El Tacnazo


Orígenes:

A mediados de la década de 1960, Las fuerzas armadas, presentaban diversos problemas: falta de dotación, falta de materiales y equipos, infraestructura y por sobretodo problemas económicos en las remuneraciones de sus efectivos. Esta situación ya se había manifestado en el 1 de mayo de 1968, cuando los oficiales de la Academia de Guerra y Politécnica Militar presentaron individualmente su renuncia por los escasos sueldos que recibían. Luego, durante las fiestas patrias de 1969, un batallón del Regimiento "Yungay" debe rendir honores al paso de la comitiva oficial que participara en el Te Deum. Sin embargo, este batallón a cargo del mayor Marshall, retrasa su salida. El oficial es castigado con 10 días de arresto.

El Ministro de Defensa, Tulio Marambio, sostiene conversaciones con el Ministro de Hacienda, a fin de obtener una solución al reajuste de sueldo solicitado por las fuerzas armadas.

Mientras tanto, el general de brigada Roberto Viaux, Comandante de la Primera División de Ejército ubicada en Antofagasta, comenzó a planificar un movimiento militar, que consistía en:

..."en acuartelar a la totalidad de las unidades de la Primera División que él dirigiría, desconocer el gobierno e impedir que los buques cargados de cobre, que tenían por destino los EEUU, zarparan del país. La ciudad de Santiago, en tanto, debía reaccionar apresuradamente y acuartelar el máximo de unidades a las afueras de la capital, con la finalidad de dejar sin reacción inmediata al gobierno. Los puntos elegidos para acuartelarse en Santiago eran Batuco y la Base Aérea El Bosque.”

Este plan fue detectado por el Comandante en Jefe Sergio Castillo Aránguiz, en una visita a la División de Viaux a mediados de 1969. Este hecho motivó que fuera llamado a Santiago por las autoridades y civiles y militares. Viaux reunió y alerto a sus subalternos que "se estaba tramando algo en su contra".

Tras su llegada a Santiago, el 2 de octubre de 1969, Viaux intentó por varios medios comunicarse con el presidente Eduardo Frei Montalva, todos frustrados por la negativa de este de recibir a algún general al momento de la Junta Calificadora de Oficiales (que evalúa los ascensos y retiros del Ejército). Viaux opta por enviarle una carta en donde detalla la realidad del Ejército y solicitaba el retiro del Alto mando de la institución.

La Junta Calificadora de Oficiales, dio de baja a tres generales: Manuel Pinochet, Florián Silva, además de Viaux, quien se negó a cursar su retiro.

Ante la situación, Viaux intentó adelantar su golpe de estado visitando La Serena, en donde buscó plegar sin éxito al Regimiento Arica, y Antofagasta, en donde informó su plan de no entregar el cargo. El 17 de octubre se tiene conocimiento público de que la guarnición de Antofagasta ha efectuado movimientos de indisciplina por el alejamiento de su comandante, llegando al extremo de entregar una declaración publica, firmada por 70 oficiales y reproducido por El Mercurio. En la declaración pública se señala: “Que exigimos como acto inmediato de desagravio y de justicia reponer en su puesto al Comandante de la Primera División del Ejército, general de brigada don Roberto Viaux Marambio”.

La llegada a Antofagasta del general Galvarino Mandujano López, para tomar el cargo de la División, tranquiliza a la opinión pública. Llamado a Santiago de inmediato, por el general Sergio Castillo, Viaux llega a la capital el 20 de octubre, haciendo declaraciones en que persiste en “velar por el Ejército y por la situación de su personal” agregando “llegaré hasta donde sea posible”

El Tacnazo:

La mañana del 21 de octubre de 1969, el general Viaux se dirige al Regimiento de Artillería "Tacna", tomando el mando de la Unidad Militar a las 08 horas. Luego llegaron las tropas de la Escuela de Suboficiales, seguida del Batallón de Tanques, para apoyar su “movimiento gremial”.

El Presidente Eduardo Frei Montalva envía un mensaje al Congreso Nacional clausurando el periodo extraordinario de sesiones, a fin de decretar el estado de sitio. Se estableció una cadena nacional de emisoras, en ella Frei expresa “Estoy dispuesto a usar todos los instrumentos que están a mi alcance para imponer el respeto a la autoridad legítima, que es garantía de todos los ciudadanos, cualesquiera que sean, repito, sus tendencias e ideología”

Según Viaux, el intentó hablar telefónicamente con el Presidente Frei, para plantear los alcances del movimiento militar, pero fue imposible. En lugar de Frei, habló con el subsecretario del Interior y con Enrique Krauss (hermano del ayudante del Tacna) a quien pidió informar que el movimiento era enteramente político profesional.

Alrededor de las 11 horas llegó al Tacna el Batallón de Intendencia, la Academia Politécnica Militar y luego la Academia de Guerra del Ejército con sus tres cursos de alumnos y algunos profesores. Viaux mandó colocar altoparlantes para informar los comunicados con sus intenciones.

Los Senadores Juan de Dios Carmona y Renán Fuentealba Moena, fueron al Regimiento Tacna para informarse de las intenciones de Viaux, retirándose al Palacio de La Moneda para ir a hablar con el Presidente. Como medida de fuerza, el gobierno cortó el suministro eléctrico, agua y telefonía, que fue suplido con elementos acopiados en el regimiento.

Durante la tarde, tomó las conversaciones el General Alfredo Mahn, Comandante General de la Guarnición de Santiago. Con Viaux mantuvo reuniones, que según este, eran recados del presidente:

"Que si yo decía que no atacaba al Poder Ejecutivo debía entregar el Regimiento Tacna, sin condiciones”
"Que más de 300.000 personas se habían reunido en la Plaza Bulnes para exteriorizarle su apoyo”
"Que si procedía a continuar mi actitud, el le entregaría armas al pueblo para que defendiera su gobierno y lanzarlo en contra de las fuerzas Armadas"
Las conversaciones resultaron infructuosas, pero llegó el subsecretario de Salud, médico militar doctor Patricio Silva, quien venia con amplios poderes del Presidente Frei para servir como mediador. Como primera medida, mostró la renuncia a su cargo, el Ministro de Defensa Nacional Tulio Marambio, asegurando la renuncia del Comandante en Jefe del Ejército Castillo y otros Generales, llegando a un acuerdo conocido como el “Acta del Tacna”.

En Santiago, a veintiún días del mes de Octubre de mil novecientos sesenta y nueve, se reunieron en la Comandancia del regimiento de Artillería Motorizada N°1 “Tacna”, el Dr. Sr. Patricio Silva Garín, Subsecretario de Salud y representante del Supremo Gobierno, y el Sr. General de Brigada Roberto Viaux Marambio, dejando constancia de los siguientes hechos:

1) La decisión del Sr. Genrela Viaux de continuar acatando la autoridad de S.E. el Presidente de la República y de los Poderes legítimamente constituidos.

2) Que se ha tomado conocimiento de la renuncia del Sr. Ministro de Defensa Nacional.

3) Que el problema económico de las Fuerzas Armadas será resuelto en forma urgente por S.E. el Presidente de la República.

4) Se efectuará un proceso único a fin de comprobar si hubo intento de atentar contra la Institucionalidad del País, y establecer la responsabilidad de la circunstancia en la cual cayeron heridos civiles.

5) El Gobierno reconoce la actitud del Sr. General Viaux al facilitar la solución del problema existente y reafirma su confianza en los miembros del Ejército.

Para constancia firman:
Roberto Viaux Marambio, General de Brigada
Patricio Silva Garín, Subsecretario de Salud.

Luego de aceptar el acta, Viaux se reúne con los Jefes y Oficiales, dándoles a conocer el finiquito de arreglo. El General Mahn habló posteriormente Viaux es enviado detenido al Hospital Militar de Santiago.

Repercuciones:

El 24 de octubre, el General Castillo Aránguiz presenta su renuncia a la Comandancia en Jefe del Ejército. Se nombra en su reemplazo al general René Schneider Chereau.

El 27 de octubre el fiscal militar Saavedra encarga reo al general Viaux y otros oficiales, basándose en el artículo 272 del Código de justicia Militar:

“Los militares que, en numero de cuatro o mas rehúsen obedecer a sus superiores, hagan reclamaciones o peticiones irrespetuosas o en tumulto, o se resistan a cumplir con sus deberes militares, serán castigados, como responsables de sedición o motín…”

Al salir en libertad provisional, Viaux recibe en su hogar felicitaciones y también una estatuilla con la frase “de los hermanos menores al hermano mayor” con la figura de un carabinero sobre el. Posteriormente, en un almuerzo en su honor, Viaux señala: “Tengo la convicción de que más pronto de lo que pueda pensarse, contra el Estado de Derecho que existe en Chile, volverá a surgir una vez más el Derecho de la Fuerza.”